jueves, 20 de septiembre de 2012

SELECCIÓN Y EMPLEO DEL EQUIPO PERSONAL DE PROTECCIÓN


Para poder efectuar una selección apropiada del equipo personal de protección y para que este sea usado convenientemente por los trabajadores hay que tener en cuenta los tres factores principales de los cuales depende que el equipo sea usado por ellos.



El primer factor que debe tener en cuenta la persona responsable de las actividades de seguridad e higiene del personal de una industria, es el de determinar la necesidad del empleo de un equipo personal de protección cuando el trabajador se enfrenta a una situación peligrosa. Lo primero que debe hacerse es estudiar la posibilidad de eliminar inmediatamente las condiciones de peligro que presenta el equipo o el proceso por medio de una revisión de los mismos, o delos métodos de trabajo, o simplemente un cambio radical de ellos, a fin de determinar si la condición peligrosa puede desaparecer, o si a pesar de eso y como una medida de mayor seguridad es adecuado y recomendable el empleo de un determinado equipo personal, como una protección secundaria para proteger la vida y la salud del trabajador.

El segundo factor que debe tomarse en consideración es la selección adecuada y apropiada para la protección del trabajador. En este caso hay que tener en mente dos criterios: el grado de protección que debe suministrarse al individuo y la facilidad con que el trabajador pueda usar dicho equipo.

El tercer factor es el uso de dicho equipo por el trabajador, o sea el convencimiento del individuo de la necesidad del uso de dicho equipo; es decir, que él comprenda por qué debe usarlo. Indiscutiblemente debe tenerse en cuenta también la facilidad y confort que pueda suministrar el equipo al ser usado. Este no debe interferir con los movimientos del trabajador o los procedimientos normales del trabajo. Como último recurso, deben también considerarse las sanciones disciplinarias que puedan emplearse para que influyan en la actitud de los trabajadores.

En los establecimientos fabriles en los cuales es costumbre el uso de protectores personales, el problema que presenta el tercer factor arriba mencionado es de menor importancia. Por ejemplo, hay empresas en las cuales el uso de gafas protectoras es obligatorio no solo para los trabajadores, sino para toda persona, incluyendo visitantes que pasan al interior de los talleres. En las empresas bien organizadas se les entrega a los trabajadores los equipos que llenen los requisitos necesarios para el trabajo, que sean fáciles de usar, y se les explica el pro qué ellos deben utilizarlos. Esto ha constituido una costumbre en esas empresas y ha llegado a constituir un hábito en los trabajadores, siendo en la mayoría de los casos ellos mismos los que exigen que les suministren los dispositivos cuando el trabajo lo requiere.

Cuando a un trabajador se le entrega un equipo personal de protección por primera vez o cuando se introduce un nuevo equipo para ser usado en ciertas condiciones de trabajo, el problema se hace un poco más difícil. En primer lugar, habrá necesidad de dar una explicación clara y razonada de por qué el equipo debe ser usado. Esto ha de encontrar cierta resistencia justificable por parte del trabajador. Además un cierto tipo de trabajador puede rehusar el uso de protección por un gesto de bravura o vanidad. En este caso la labor del encargado de seguridad, o mejor, de las comisiones de seguridad e higiene, puede contrarrestar esta tendencia que está tan universalmente arraigada en muchos trabajadores.

Otro procedimiento que posiblemente contrarrestaría estas dificultades sería permitir a las comisiones de seguridad e higiene el seleccionar el estilo particular de equipo que va a ser usado en un trabajo determinado, siguiendo desde luego los requisitos necesarios que se han fijado para la protección de un peligro determinado por las personas competentes.

En muchas empresas, la experiencia ha demostrado que el método más fácil para amortiguar la resistencia de los trabajadores al uso de protectores personales consiste en permitir que ellos mismos participen en la selección. Por ejemplo, se les permite a los trabajadores hacer la selección del equipo entre un grupo de diversos protectores que han sido seleccionados con anterioridad por personas competentes y responsables. Por lo regular, esta selección la llevan a cabo las comisiones de seguridad e higiene, después de hacer un estudio de los riesgos a qué están expuestos los trabajadores.

Fuente: Manual de seguridad e higiene ocupacional para la inspección del trabajo